viernes, agosto 18, 2006

¡Arrepentíos, el fin del mundo está cerca!

Queridos lectores, vuelvo a la carga con un tema que se que os interesa a la mayoría, dado que os (nos) afecta al bolsillo. Como ya sabéis, los tipos de interés, que habían estado, como el Teide, inactivos durante dos o tres años, han iniciado una escalada sin freno aparente a corto plazo que supone una auténtica puñalada en el bajo vientre para la economía del español medio. Se supone que estamos viviendo una época de vacas gordas desde, más o menos, que Aznar empezó a decir que España iba bien (imaginaos el tiempo que hace de eso, que por aquel entonces yo aún tenía pelo) pero, gracias al incremento desbocado del precio de la vivienda y a nuestros hábitos de consumo, hay una importante proporción de españoles que tiene sobre sus espaldas una enorme hipoteca, leal compañera durante la mayor parte de lo que le queda de vida, a la que hay que sumar el préstamo del coche (o de los coches) y las tarjetas de crédito de pago aplazado para pagar las vacaciones, los libros del cole, los imprevistos, etc. Si el año pasado, con el Euribor por debajo del 2,5%, muchos españolitos sudaban la gota gorda para mantener este entramado financiero, ¿qué pasará si, como se prevee, nos comemos el turrón este año con el 4% o el 4,5%?

Indudablemente, si esa situación se mantiene durante un tiempo más o menos prolongado (digamos un año), el cataclismo que supondrá para la tremenda cantidad de economías domésticas que no podrá hacer frente a sus pagos va a ser demoledor y tendrá unas consecuencias difíciles de predecir. Si la cantidad de viviendas que se adjudican los bancos por la ejecución de hipotecas y otros préstamos junto con las que se malvendan por sus dueños para evitar esto último es muy elevada (y seguramente lo será) puede darse ese quimérico suceso pronosticado varias veces durante los últimos años y que no se ha producido nunca (algo así como que el Madrid vuelva a jugar bien, vamos): que estalle la famosa burbuja y bajen los precios de las casas. No es descartable que esto se produzca. Lo de las viviendas, claro, lo otro es aún más difícil.

Por otra parte, la caída en el consumo derivada de los altos tipos de interés desembocará en problemas para muchas empresas (sobre todo entre las más pequeñas), que facturarán menos y tendrán, además, mayores gastos financieros (no solo estamos endeudados los particulares), lo que redundará en un mayor desempleo, más familias en dificultades, menor consumo, más empresas en peor situación, etc. Es decir, la gente no solo tendrá que pagar más por sus préstamos, además tendrá más dificultades para generar ingresos con los que hacerlo.

En principio, la solución para romper este círculo vicioso pasaría por bajar los tipos de interés (Dios aprieta pero no ahoga) para reactivar la economía, pero no está claro que esto se vaya a dar con la premura que sería deseable, toda vez que las decisiones en este ámbito las toma el Banco Central Europeo, que no solo atiende a las necesidades de los entrampadísimos españoles, sino a las de toda la economía europea, que probablemente requiera más tarde que nosotros esta medida. Es decir, el Séptimo de Caballería tardará en venir al rescate y habrá que contener a los indios una buena temporada con los carromatos en círculo, sudando la gota gorda para que no nos corten la cabellera. Esto se puede intentar, aparte de recortando gastos o intentando aumentar los ingresos, renegociando la deuda a un plazo mayor, unificando deudas con una nueva hipoteca o con cualquier otra fórmula que permita reducir los pagos mensuales de las deudas vigentes. No obstante, en todas estas gestiones se incurre también en muchos gastos y no siempre son viables (por ejemplo, la tasación dela vivienda puede no dar para unificar las deudas, el plazo puede ser ya tan largo que no te lo puedan ampliar, etc.).

En fin, mucho me temo que habrá que olvidarse de las cenas a base de bocatas de caviar y los fines de semana en las Barbados ¡qué le vamos a hacer!, ya sabéis que lo importante es tener salud...

Un fuerte abrazo.

2 Comments:

Blogger Redferne said...

¿No hay instrucciones de las "centrales" para rebajar las cuotas de hipotecas? o más bien es todo lo contrario, porque a mi me da que o bien el riesgo hipotecario ha bajado o se conceden con mucha alegria y en las oficinas se asume dicho riesgo (y eso no me lo creo ;-) )

10:27 a. m.  
Blogger El Edu said...

Las cuotas de las hipotecas se pueden bajar solo de las siguientes maneras:

- con un interés menor (y está subiendo).
- Con un plazo mayor (y se hace, pero, claro, a este paso se firmarán hipotecas a 200 años y no es plan)
- Con un capital menor (vamos, prestando menos pasta, el problema es que los pisos siguen valiendo cada vez más, al menos de momento)

Con lo cual, lo de rebajar las cuotas de las hipotecas, nasti de plasti. Lo que si se está empezando a hacer en algunos sitios es "cerrar el grifo" un poco en la concesión de hipotecas o intentar evitar las que vayan por encima del 80% del valor de tasación. Se quiere eludir una excesiva morosidad pero con las hipotecas ya concedidas, claro, poco se puede hacer (es como cerrar la puerta del establo una vez se ha ido el caballo).

5:21 p. m.  

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