domingo, noviembre 26, 2006

Crónicas del Imperio.

Episodio I: El "Pato Cojo"

Hace cosa de algo menos de un mes, en un país lejano, muy lejano, al otro lado del Atlántico...

El Emperador ha sufrido una importante derrota en las elecciones legislativas del día 7, que supone la toma del control de las dos cámaras por parte de la oposición demócrata, que ha basado su campaña en la crítica a su gestión. Los Demócratas, que estaban hasta ahora con la moral muy baja, se encuentran con un gran empujón anímico y con nuevas armas para hacer oposición, con la vista puesta en las elecciones a emperador de dentro de dos ciclos solares. Los Republicanos, por su parte, tratan de reagruparse y de desligarse, paulatinamente, del principal causante de su derrota, el Emperador. Este último, sabedor de que no podrá presentarse en 2008 y deseoso de salvar la cara, ha pedido ayuda para solventar la calamitosa situación generada tras la invasión del Sistema Estelar Irak y ha destituido a su asesor de defensa, Lord Rumsfeld, considerado unánimemente como uno de los causantes de este problema y ofrecido, así, como cabeza de turco...

Bueno, ya sabéis de que va, claro. Este mes ha habido elecciones al Senado y la Cámara de Representates de Estados Unidos, con los resultados antes descritos: los Demócratas, que llevaban muchos años en la oposición, han recuperado el control de ambas cámaras. Creo que se impone hacer un análisis de la nueva situación política en la superpotencia mundial, en especial sobre si va a haber alguna repercusión tangible en la política internacional y como se van presentando las elecciones presidenciales de 2008, en las que ambos partidos tendrán que buscar candidato, toda vez que Bush (como decía antes) no podrá optar a una nueva reelección.

La primera conclusión parece sencilla: Bush ha perdido mucho margen de maniobra. No se trata solamente de que, en opinión de todos los analistas, sea el causante de la derrota de los republicanos, al estar gran parte del electorado en contra de su gestión, a causa de la mala marcha de los acontecimientos en Irak, la gestión del desastre del Katrina, etc. Al fin y al cabo, este tipo de elecciones celebradas a mitad de legislatura son muy proclives a dar lugar a votos de castigo contra el gobierno. Sin ir más lejos, su predecesor, Bill Clinton, sufrió una derrota similar a los dos años de llegar a la Casa Blanca, en las elecciones parciales de 1994, que dieron la mayoría a los Republicanos, que llevaban décadas en la oposición en el legislativo, lo que no impidió que lograra la reelección, de forma muy holgada, en 1996. Por el contrario, el principal obstáculo con el que se va a encontrar el presidente estadounidense va a ser el resultado de estas elecciones: un poder legislativo en manos del Partido Demócrata, que le tiene muchas ganas y le va a marcar muy ferreamente y un Partido Republicano que le va a secundar de una forma mucho menos incondicional que hasta ahora, al ser un presidente con "fecha de caducidad" y que parece haber perdido el favor del electorado.

Ahora bien, ¿en qué se va a traducir todo esto? En lo relativo a la política a seguir por Estados Unidos en el mundo, no está claro que las repercusiones vayan a ser demasiado profundas. La acción exterior suele ser, en casi todas partes y más aún en un país tan presidencialista como el que nos ocupa, patrimonio del poder ejecutivo, con una intervención del legislativo muy limitada. Además, los Demócratas han ganado con un discurso de oposición y crítica de los errores de la gestión de Bush pero no parecen haber encontrado un perfil propio, con propuestas alternativas. Por lo tanto, no parece que quepa esperar un viraje demasiado acentuado en la política internacional de Bush. No obstante, el cese de Rumsfeld, algunas declaraciones y gestos públicos del presidente y el, ya comentado, voto de castigo sufrido por este dan a entender que puede moderar un poco su postura y distanciarse de la línea más dura de su gabinete, desechando algunas ideas un tanto descabelladas, como una eventual invasión de Irán (sobre la que se venía especulando desde hace tiempo) y dejando a su sucesor la solución del espinoso y muy delicado tema de Irak, que cada vez pinta peor.

En lo relativo a las elecciones de 2008, sería un error dar por favoritos a los Demócratas por haber ganado las elecciones del pasado día 7. Como ya he indicado, en las legislativas de este mes han ganado al capitalizar la decreciente y escasa popularidad de Bush, pero eso no les bastará, ni mucho menos, para que el presidente dentro de poco más de dos años sea de su partido. Les falta lo más importante: un candidato con posibilidades. Lo demás (programa, propuestas, soluciones para los problemas del país, etc...) es secundario y se supone que vendrá dado por éste. A fecha de hoy, no obstante, solo aparece como posible "presidenciable" por este partido la esposa del anterior presidente, Hillary Clinton. Aunque parece haber cierto sector de la opinión pública americana y mundial que parece estar contento con la idea de que pudiera ser elegida, por aquello de la "primera mujer presidente", la igualdad entre sexos, etc., lo cierto es que no parece una candidata con posibilidades reales de ganar, puesto que es una figura pública que causa mucho rechazo en grandes sectores del electorado, que se podrían identificar con la "América Profunda" de los estados del centro de los Estados Unidos, que la identifican mucho con la élites de la Costa Este y la ven muy estirada. Que les cae muy mal, vaya. Esto es un lastre demasiado grande y no creo que, por mucho que cambie su posicionamiento político, imagen pública etc., pueda solucionarlo.

Por el contrario, los Republicanos cuentan, a priori, con un posible candidato muy solvente y con grandes posibilidades de victoria. El senador McCain (que yo sepa, no está relacionado con las patatas fritas, aunque no podría asegurarlo) ya estuvo en la carrera electoral de 2000, en la que puso muy difícil la nominación republicana a Bush. Tiene un perfil más centrista que éste y parece conectar muy bien con la gente. Según las encuestas, es el mayor favorito para ser próximo inquilino de la Casa Blanca, pero, ya se sabe, quedan dos años y hasta el rabo todo es toro.

Y mientras dure el toro, aquí estaré yo, informando a mis lectores y comentando la jugada. Mientras tanto, un fuerte abrazo.

viernes, noviembre 03, 2006

Tengo dos noticias que darte...

... una buena y una mala. Esta es una típica frase de nuestros chistes y chascarrillos, que suele dar paso al desenlace de la historia y a un posible (si es que este es gracioso) torrente de risas. En el caso que nos ocupa, al Presidente del Gobierno le dicen "hemos perdido con claridad las elecciones catalanas pero, a cambio, vamos a repetir el gobierno tripartito de la legislatura anterior". Zapatero, entonces, va y responde (léase imitando a Chiquito de la Calzada) "Quietorl, pecador, eso son dos malas noticias, te das cuín".

Indudablemente, la historia no es especialmente graciosa pero no cabe duda de que está bien orientada. Las últimas elecciones catalanas han supuesto dos disgustos para Zapatero. Por un lado, el PSC ha perdido posiciones, con respecto a 2003, de forma importante, con una significativa caída en votos y escaños, lo que le ha supuesto haber quedado descolgado con respecto a CiU, con quien había empatado en las dos anteriores citas de este tipo. Pero, sin duda, le ha parecido peor el hecho de que se vaya a repetir, salvo cambio imprevisto de última hora, el gobierno catalán que tantos quebraderos de cabeza le ha dado a lo largo de toda la legislatura. La, a día de hoy, muy probable investidura de Montilla como president catalán con los apoyos de ERC e ICV va a suponer un doble golpe al PSOE a nivel estatal. Por un lado, salvo que la evolución de la política catalana de un vuelco difícil de preveer y dejen de pedir siempre cosas a "Madrid", abandonando su tradicional victimismo y afán reivindicativo (cosa poco probable, la verdad), Cataluña seguirá ofreciendo un blanco fácil a la labor opositora del PP, sobre todo con todo lo relativo al desarrollo del nuevo estatuto de autonomía. Por otro, dejar fuera del gobierno catalán, otra legislatura más, a CiU llevará probablemente a esta formación a "echarse al monte" en el Congreso de los Diputados, lo que supondrá la pérdida para el gobierno de un aliado parlamentario que lleva bastante tiempo intentando atraerse, al ser más aceptable para el importante segmento del electorado ubicado en el centro que sus apoyos de la investidura, ERC e IU, que resultan más radicales y a quienes parece que vuelve a estar atado para lo que queda de legislatura. Estoy convencido de que el presidente hubiera firmado cambiar las tornas de las noticias del "chiste" inicial, de forma que su partido no hubiera perdido votos y a cambio hubiera pasado a la oposición.

En la orilla contraria, el PP sigue sin levantar cabeza en Cataluña, con una pequeña pérdida de votos y escaños con respecto a 2003, aunque bien es cierto que no demasiado acentuada, considerando todo lo que ha caído en los últimos tiempos. No obstante, más allá de la situación personal del líder de este partido en la región, Josep Piqué, lo cierto es que esta formación no se jugaba gran cosa en esta cita con las urnas, puesto que su cúpula sabe que su papel en la política catalana es puramente testimonial. Para Rajoy y su equipo Cataluña es, a efectos prácticos, poco más que un arma arrojadiza para usar contra el gobierno, cosa que, tal y como acabamos de comentar, va a poder seguir haciendo durante un tiempo.

En fin, como vemos, las recientes elecciones catalanas van a tener, de cara a la política nacional, pocos efectos. Vamos a tener, como suele decirse, más de lo mismo. Esperemos, al menos, que, ahora que tienen aprobado el Estatut, se dediquen a sus cosas y dejen de quejarse de lo malos que somos en (como ellos dicen) Madrid y de pedir más dinero. Si, ya lo se, soy un iluso.

Aparte de todo lo anterior, quisiera hacer un pequeño inciso antes de mi despedida y comentar brevemente un curioso episodio de la campaña electoral de estas elecciones. ¿Se imagina alguien que los principales candidatos a la presidencia del gobierno o de la comunidad fueran desfilando ante Ramón Calderón (ese tío notas que ocupa ahora la presidencia del Madrid) para hacerse la foto? Pues eso mismo ha pasado con Laporta, el presidente del Barcelona. ¿Cómo puede estar tan tremendamente politizado un club de fútbol?¿Cómo es posible que nadie proteste por la utilización que hacen de esa institución?¿Cómo puden verlo allí con normalidad? Ya se sabe que dicen que es "más que un club" pero, en mi opinión, la cosa estuvo entre lo vergonzoso y lo grotesco. Si alguna vez Cataluña tiene liga propia que a nadie le quede ninguna duda de quien iba a ganarlo todo por Real Decreto...

En fin, una vez acabado este pequeño paréntesis, solo me queda despedirme de vosotros, queridos y fieles, aunque no demasiado numerosos, lectores. Un fuerte abrazo y hasta la próxima.

sábado, octubre 14, 2006

Guatemala y Guatepeor.

Supongamos que una empresa cualquiera encargada de hacer sondeos de opinión tuviera que hacer una encuesta, en cualquier lugar del mundo, en la que los entrevistados tuvieran que elegir quien preferirían, como alcalde de la localidad (desde una pequeña aldea hasta una gran megalópolis) en la que viven, entre dos únicas opciones: una versión cutre y sin gracia de los "Payasos de la Tele" y un "repelente niño Vicente" con ínfulas faraónicas. Seguramente, la opción más elegida sería el socorrido "no sabe/no contesta", seguida, de lejos, del redicho aspirante a faraón.

Tristemente, esa es la situación que nos espera a los madrileños en las próximas municipales. Dejando de lado a los candidatos de los partidos simbólicos y a Izquierda Unida, que va camino de ser un simbólico más y del que no puedo deciros mucho, aparte de que no repetirá por enésima vez la candidatura de Inés Sabanés, cosa rara teniendo en cuenta lo bien conservada que está gracias al proceso de momificación, nos vemos abocados a elegir entre el actual alcalde, Alberto Ruiz - Gallardón, y el caos y el despelote (como dijo hace poco el valencianista Joaquín sobre la selección nacional de fútbol) que representa el proyecto del PSOE para Madrid.

La gestión del equipo de gobierno municipal no parece estar demasiado bien valorada por la ciudadanía. Ni mucho menos. La superreforma de la M-30, aparte de ser un gran peligro para la seguridad de los incautos que nos vemos obligados a circular por ciertos tramos de esta importante vía de circulación, ha supuesto, junto a otras obras, reformas y arreglos diversos de la ciudad, el golpe de gracia para la ya de por sí sufrida circulación vial madrileña. Dudo que ningún otro alcalde del mundo supere el record que ostenta el nuestro en lo que se refiere a alusiones poco cariñosas hacia él mismo, su madre o su padre por parte de sus conciudadanos cuando están al volante. Además, la factura de este faraónico proyecto ha supuesto un espectacular incremento del endeudamiento del ayuntamiento y el despestar de una tremenda furia recaudatoria, que ha llevado a tomar varias medidas muy impopulares, entre las que se encuentra la extensión del aparcamiento regulado por parquímetros a varios barrios alejados del centro que no parecían demandar esta medida, con el consiguiente cabreo del respetable. Por si fuera poco, no consigue evitar dar cierta imagen de prepotencia y suficiencia, que le hacen caer, a menudo, bastante gordo. La buena estrella que tenía Ruiz - Gallardón cuando era presidente de la Comunidad y conseguía resultar un político muy eficaz, dialogante y popular, parece haberle abandonado desde que es alcalde.

Podría parecer, a la vista de todo esto, que Ruiz - Gallardón tiene todas las de perder en las próximas municipales. Nada más lejos de la realidad. De hecho, todo hace pensar que repetirá sin excesivos agobios su actual mayoría absoluta. No podemos sorprendernos, puesto que se la están poniendo en bandeja. Aunque es verdad que es muy difícil hacer oposición a nivel municipal (si no trascienden casi noticias de lo que hace el gobierno, no dígamos ya de lo que hacen las otras formaciones políticas), lo cierto es que la actividad política del PSOE en Madrid, al menos en este ámbito, parece totalmente nula. La única cabeza visible que tenía, Trinidad Jiménez, ha sido apartada del juego tras su nombramiento como Secretaria de Estado para Iberoamérica. A cambio, en lugar de sustituirla rápidamente por una persona con empuje y cierto carisma y dedicarse a denunciar los múltiples puntos débiles de la acción del gobierno municipal y presentar sus alternativas, lo único que ha hecho su partido, hasta ahora, ha sido organizar un penoso culebron acerca de la identidad del próximo candidato en las elecciones, cuyo final todavía no conocemos pero que da a entender que lo que realmente preocupa a esa formación es poner como cabeza de cartel a alguien que tenga tirón electoral suficiente para disputar, con ciertas garantías, el bastón de mando al alcalde. Lo peor es que probablemente sea así.

Puesto que este tema, dicen, a Zapatero le preocupa y no parece dar con la tecla adecuada para poner, de una vez, punto y final a la historia, tengo varias alternativas que ofrecerle para resolver de una vez a quien presentará su partido como candidato a alcalde de Madrid en 2007. Ahí van:
  1. Escoger una figura con auténtico carisma. Ni Bono (por cierto, ¿de verdad este tío ganaría si se presentase?¿qué ve la gente en él?), ni Solana, ni Fernández de la Vega ni leches. Con Chiquito de la Calzada se iban a salir. Además, habría que verle en los debates, cuando le llamase a Gallardón "pecadorl de la pradera", "finstro" o "torpedo sexuarl". El interés del madrileño medio por la política municipal subiría, desde luego, unos cuantos enteros.
  2. Dado que parece que no tienen nada que rascar, ¿por qué no rifar la candidatura? Así se sacarían un dinerillo, cosa que no parece que sobre en ningún partido político, y lograrían llamar la atención del electorado sobre sus listas.Una posibilidad parecida sería ofrecer el puesto como premio al ganador de algún reallity show.
  3. Si de verdad es cierto todo lo que dicen en los medios afines al PP de que Gallardón es un submarino del PSOE, que es un traidor, etc., ¿por qué no le ofrece a él la candidatura? Así resolvería su problema y le pasaría la pelota a Rajoy, que tendría que buscar una cabeza de cartel para su partido. Lo que ocurre es que el PP no iba a hacer el papelón que ha hecho su rival con este asunto.

La pena es que, haga lo que haga finalmente Zapatero, los madrileños nos vemos obligados a elegir entre Malaga y Malagón, entre los malos conocidos y los malos por conocer. ¿Qué hemos hecho para merecer esto? Después del papelón que tuvimos que soportar con las últimas elecciones a la presidencia del Real Madrid, el descrédito de nuestras principales instituciones sigue con esta tostada y la de las elecciones a presidente de la Comunidad de Madrid, pero esta última es otra (triste) historia, que deberá esperar a ser contada en otra ocasión, si es que reúno fuerzas para ello.

De momento, sin descartar eventuales llamadas presidenciales (dicen que cualquiera puede ser designado candidato), me despido de vosotros hasta el próximo artículo. Un fuerte abrazo.

P.D.: cuando llegues a Madrid, chulona mía, voy a hacerte emperatriz de Lavapiés...

domingo, octubre 08, 2006

A Dios rogando y con el cazo cobrando.

En atención al tema que vamos a tratar en esta ocasión (que escojo para su análisis con la celeridad que me caracteriza, pero eso es otra historia), vamos a empezar con una parábola, que llamaremos la de "El padre y el hijo sin emancipar".

En una familia con un hijo ya mayorcete, sin oficio ni beneficio, el padre, harto de ver que este no rasca bola, le dice algo así como "Juancho, hijo, tienes ya treitaytantos años y no solo es que sigas viviendo aquí, es que también te tengo que pagar los gastos, como cuando tenías quince años. Tienes que hacerte autosuficiente y pagarte, por lo menos, tus cosas. Estarás de acuerdo conmigo en que es lo mínimo que puedes hacer. Eso sí, transitoriamente, mientras buscas trabajo, yo te daré una asignación mensual para que te puedas ir manteniendo. Pero recuerda que es algo provisional". El hijo estuvo de acuerdo y el padre, desde entonces, le empezó a pasar una cantidad fija. No obstante, los años pasaron y Juancho, el hijo, además de no conseguir su autosuficiencia financiera, tenía tantos gastos que no le bastaba la asignación que había acordado con su padre, con lo que este último, que era muy generoso, aportaba la cantidad adicional necesaria para que el hijo pudiera mantener su tren de vida. Ante esta situación, el padre se volvió a sentar con su hijo para hablar del tema y le dijo, muy seriamente: "Juancho, hijo mío, tienes ya cuarenta años, sigues viviendo en casa por la gorra, no has encontrado trabajo y encima no has ajustado tus gastos a tu asignación 'provisional', con lo que estoy pagando, en la práctica, más de lo acordado. Te voy a dar una nueva oportunidad pero aprovéchala porque es la última que tienes. Te voy a dar una asignación mayor para que pagues los gastos que tengas mientras buscas, esta vez de verdad, empleo. Pero, ojo, no voy a darte ni un duro más. ¿Estás de acuerdo, hijo?". Ni que decir tiene que el hijo aceptó el trato y empezó a recibir una cantidad mayor de dinero todos los meses.

Y, como decía Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer. El final está por escribir. No obstante, todos nos lo podemos imaginar. ¿De verdad Juancho tiene motivos para creer que su padre no le dará más dinero cuando le haga falta? ¿Qué incentivos reales tiene para buscar trabajo?¿Está su padre tomando unas decisiones buenas de cara a conseguir su objetivo, que es que su hijo deje de estar a la sopa boba? Estoy convencido de que todos los que hayan leído el texto anterior tienen claro que el hijo llegará a la edad de jubilación sin dar ni golpe.

Bueno, pues esta misma situación, a una escala mucho mayor y a costa del contribuyente, se da en España en las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica. Durante muchos años, a la Iglesia le ha interesado hacer creer a los contribuyentes que el dinero que se llevaban de los presupuestos correspondía únicamente a la crucecita que ponen sus simpatizantes en la Declaración de la Renta. Pues no es verdad, amigos. Al igual que le pasaba al padre de Juancho, el Estado ha tenido siempre que complementar, generosamente, esa cantidad hasta llegar a la que la Iglesia realmente necesitaba. Además, han tenido el privilegio (que para sí hubiera querido cualquiera) de no pagar impuestos de prácticamente ningún tipo. Ni IVA, ni gastos por las compraventas de inmuebles, por donaciones recibidas... por nada. Aunque, total, ¿que más da?, lo que hubiesen pagado de impuestos se lo hubieramos tenido que financiar luego con cargo a Presupuestos.

La respuesta del Estado ha sido la misma. No hace mucho se ha firmado un nuevo acuerdo Iglesia - Estado, por el que este último aumenta el porcentaje a pagar por la crucecita famosa del IRPF a cambio de suprimir la asignación directa adicional. Además, si no me equivoco, les vamos a hacer pagar impuestos y todo. Estamos que nos salimos.

Al igual que el padre de Juancho, Zapatero ha cometido un error. Parece improbable que la Iglesia se vaya a limitar a gastar hasta donde le de la cantidad que le destinen su fieles en la Declaración de la Renta (bueno, a sumar a la recaudación del cepillo, las donaciones recibidas, las tarifas que cobran por bodas, bautizos y comuniones, sus hospitales, colegios, etc.). Al final, si los obispos ven que no les da con lo que tienen, (y no les va dar) pedirán más dinero a Papá Estado ¿y este se lo va a negar?. Todos sabemos que no. Nada va a cambiar, salvo que les compensamos con un porcentaje superior a pagar sobre la recaudación la menor cantidad de contribuyentes que marcan la crucecita de la Iglesia al pagar sus impuestos.

Y es que, además, yo me pregunto ¿es necesario de verdad todo esto?¿De verdad tenemos que sostener los españoles a la Iglesia Católica? Alguien tendría que darse cuenta de que ya no vivimos en la España de Felipe II o en el régimen franquista y acordarse de que tenemos una Constitución desde 1978 que declara a España un estado aconfesional. Esto tiene que notarse ya. En pleno año 2006 no puede ser que tengamos que mantener, además, a tutiplén, a una institución religiosa de ningún tipo.

Seguramente, habrá quien me diga que diga lo que diga la Constitución, la Iglesia Católica está respaldada por una gran mayoría de los españoles, que quieren que se financie a su iglesia y que deben ser tendidos en cuenta. Bueno, pues si eso es verdad (cosa que dudo a la vista de la cosntante caída en el número de españoles que optan por financiar a la Iglesia en su IRPF), entonces no hay problema: es a esa inmensa muchedumbre a quien le deben pedir la pasta los Obispos, ¿por qué en vez de eso nos pegan a todos el sablazo? No encuentro ninguna explicación.
El otro gran argumento que tiene la Iglesia para defender su financiación pública radica en su acción social de diversos tipos y en los importantes gastos de mantenimiento de su ingente patrimonio cultural y monumental (catedrales, monasterios, obras de arte de todo tipo...). Bueno, pues vale. Financiemos eso. No podemos dejar que se derrumbe, pongamos por caso, la Catedral de Burgos. Sería una pérdida para todos los españoles. Pero financiemos solo eso. El resto de cosas, al aconfesional estado español ni le van ni le vienen. Que cada cual, dicho sea con todo el respeto, se pague sus vicios.

En fin, a día de hoy, todos somos el padre de la parábola del principio. Así que, por lo menos en lo que a mi respecta, Juancho, hijo, deja de dar la brasa y vete de casa a vivir tu vida, campeón.

Y eso es todo, queridos lectores, hasta el próximo artículo, que la Paz de Dios esté con vosotros. Podéis ir en paz. Un abrazo.

domingo, septiembre 03, 2006

Se acabó lo bueno.

Con la llegada de septiembre vuelven todas esas cosas que nos habían dado un respiro durante agosto. Aparcar es otra vez un infierno, hay atascos por las mañanas para ir al curro, tienes que hacer cola en la taquilla del cine, etc. A pesar de que el nuevo mes trae algunas cosas positivas, como la vuelta de la liga de fútbol o una leve mejora en la programación televisiva (que toca fondo en verano), el saldo es netamente negativo gracias a un suceso totalmente desafortunado: vuelven los políticos.

Algunos diréis "pero, ¿es que se han llegado a ir?". Es cierto que como en muchas otras cosas, el "Efecto Agosto" no es como hasta hace unos años y cada vez hay más políticos que se quedan de guardia y declaraciones desde el lugar de vacaciones o similares de los que se han ido, con lo que el runrun constante que caracteriza a nuestra política no se ha llegado a anular, ni mucho menos, como hacía antaño. No obstante, la reducción de la actividad política en los meses de estío y la menor atención que prestamos a las noticias en este periodo hacen que tengamos un pequeño descanso, que, al igual que las vacaciones laborales, se hace corto y parece insufiente para afrontar la que se nos viene encima.

En fin, como no nos queda otra, habrá que poner al mal tiempo buena cara y de paso, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, vamos a hacer un análisis de como será la temporada política 2006-07, que viene con varias citas electorales bajo el brazo y ¿cómo no? con polémica a raudales.

Para empezar: elecciones en Cataluña.

Después de lo que ha caído sobre el tema del Estatut, lo cierto es que esta cita electoral no va a ser tan importante en la vida política española como hubiera podido parecer hace unos meses, aunque no va a dejar de tener cierta incidencia. Ni socialistas ni populares se van a jugar, a nivel estatal, gran cosa en estas elecciones. Los primeros han visto que han sufrido el mayor desgaste en lo que va de legislatura a causa de su entrada en el gobierno catalán, la coalición que formaron para ello y su principal proyecto, la reforma del estatuto de autonomía. Así, para Zapatero y sus muchachos no es prioritario mantener el poder en Cataluña. Un eventual gobierno catalán de CiU les quitaría problemas en el resto de España y allanaría el camino para una mayor colaboración en el Congreso de los Diputados con el grupo parlamentario de esta formación, lo que facilitaría la gobernabilidad y le daría cierta imagen de moderación que agradaría al electorado de centro, al que a veces pueden inquietar IU y ERC, sus apoyos en la investidura. Los segundos saben que no es ahí donde se juegan las habichuelas, toda vez que su espacio electoral lo ocupa mayoritariamente el partido de Mas y están condenados a un papel muy secundario. Con mejorar los resultados de 2003 o, al menos, no quedar muy por debajo de éstos, seguramente se den con un canto en los dientes.

No obstante, los partidos de ámbito catalán, incluyendo las "sucursales" de los dos partidos antes mencionados, pondrán toda la carne en el asador para llevarse el gato al agua. El resultado, como en un partido de alta rivalidad, es, a día de hoy, totalmente impredecible. En previsión de que más adelante escriba un artículo monográfico sobre este tema, no me extenderé más, aunque merece la pena señalar que el nombramiento como candidato del PSC de José Montilla dará lugar en los próximos días a un...

Cambio de cromos.

Pues sí, el próximo Consejo de Ministros será, sin duda, el último de Montilla como Ministro de Industria, papel en el que será sustituido por el actual alcalde de Barcelona, Joan Clos, al parecer algo quemado ya en el cargo. No se esperan más cambios de cartera este curso (ya hubo una pequeña remodelación la pasada Semana Santa, que comenté con mi habitual estilo y precisión en esta misma web) con la excepción de un posible relevo, a comienzos de la próxima primavera, en el Ministerio de Justicia, si Zapatero consigue vender a López Aguilar la moto de que se presente como candidato del PSOE a la presidencia de Canarias. Pero me estoy yendo por las ramas. En lo relativo a Industria, el nombramiento no tiene mayor transcendencia, salvo señalar que se mantiene el origen catalán del titular de la cartera (¿tendrá algo que ver con que se haya dicho siempre que el pueblo catalán es "muy industrioso"?) y que Clos hereda todo el embrollo de la OPA de Endesa, que seguramente siga dando que hablar. No cabe esperar, en todo caso, que se salga de la línea que deja marcada Montilla.

Proyectos legislativos.

En el curso que va a comenzar va a haber varias leyes nuevas que van a ocupar el primer plan informativo durante una buena temporada, algunas de las cuales se han ido presentando en los últimos meses. El gobieno tratará de dar todo el bombo que pueda a la Ley de Dependencia (aunque lo prioritario sería que pusiera pelas para que no quede en papel mojado, cosa que aún está por ver) y a la de Igualdad y nadará entre dos aguas con la de Memoria Histórica, tratando de contentar a sus socios parlamentarios y a su electorado más de izquierdas sin resultar al mismo tiempo demasiado radical. Estos últimos dos proyectos son, de paso, unas nuevas pieles de plátano que Zapatero le pondrá al PP y que éste se prestará a pisar votando que no, con lo que aparentemente estarán en contra de profundizar en la equiparación entre hombres y mujeres, en hacer justicia con los represaliados por el régimen franquista, etc. En lo relativo al gran proyecto que el gobierno tiene que sacar todos los años, los Presupuestos generales del Estado, no parece que vaya a sufrir demasiado para sacarlos adelante, visto el buen clima que preside las relaciones entre el PSOE y los grupos minoritarios de la cámara, aunque la presencia de las elecciones catalanas puede introducir un elemento de incertidumbre en el voto de CiU y ERC. Si no cuenta con ninguno de ellos, el presidente puede pasarlo peor de lo previsto.

Los temas de siempre.

Tan seguro como que el sol sale por el este, durante los próximos meses seguiremos oyendo hablar de inmigración, el diálogo con ETA y la reforma de diversos estatutos de autonomía. Dado que el tercero de estos temas se encuentra en un claro declive, tras la entrada en vigor del Estatut y el frenazo dado ya hace tiempo en el Congreso al Plan Ibarretxe, aunque tenga todavía cuerda para rato (referendum andaluz incluido), la gresca entre PP y PSOE se centrará en los dos primeros. Dado que son temas complejos y muy cansinos (sobre todo el de la inmigración, del que me agota discutir) y a que no quiero escribir un tocho comparable a "Guerra y Paz", me remito a artículos monográficos sobre cada uno, que sacaré cuando logre reunir fuerzas para tamaña ocasión. En todo caso, según avance el año que viene, todos estos asuntos quedarán ensombrecidos por...

El gran final: elecciones municipales y autonómicas.

Desde comienzos de la primavera o incluso antes empezará una reñida campaña electoral que prácticamente no acabará hasta después de las elecciones generales, previstas, a priori, para marzo de 2008. Mientras tanto, para mayo o junio tendremos un importante aperitivo, en forma de elecciones municipales y autonómicas en todas las comunidades excepto Andalucia, Cataluña, Euskadi y Galicia, cuya resaca, en forma de análisis, nombramientos, pactos postelectorales, etc., llegará hasta bien entrado el verano. En vista de lo mucho que se juegan, Zapatero y Rajoy se involucrarán a tope con sus primeros espadas y candidatos locales y regionales en estas elecciones, que serán tenidas en cuenta como primarias de las legislativas del año siguiente. Falta mucho para la cita y seguramente ya tendremos tiempo de comentar la jugada como se merece, pero aparte de predecir que todos ganarán (en este país tiene que irle muy mal la cosa a un partido para que reconozca que ha perdido unas elecciones), creo que será difícil un cambio demasiado significativo en el mapa autonómico español (actualmente, si no me falla la memoria, de las que renovarán sus parlamentos, Castilla - León, Madrid, Navarra, La Rioja, Valencia, Baleares y Murcia están goboernadas por el PP y Castilla - La Mancha, Extremadura, Asturias, Cantabria y Aragón por el PSOE, en algunos casos coaligado con otras fuerzas políticas, con Canarias en manos de CC), aunque algunas mayorías fueron algo ajustadas en 2003, como en los casos de Cantabria y Baleares y puede haber algún cambio. En las municipales, que son a nivel nacional, la última vez hubo un empate técnico en votos entre los dos grandes partidos. El PSOE, ahora en el gobierno y por encima en las encuestas, deberá tratar de ganar con claridad y recuperar alguna alcaldía importante (junto con algún gobierno autonómico, preferiblemente sin apoyos externos comprometedores, como los de Galicia o Cataluña) para mantener la extendida impresión de que ganará las generales. El PP, por su parte, consideraría, sin duda, un triunfo mantener los resultados de la anterior ocasión. Pero, claro, faltan unos nueve meses y la cosa puede dar muchas vueltas...

Mientras tanto, queridos lectores, paciencia y tranquilos, que ya os iré informando de todo lo que surja en la piel de toro y parte del extranjero. De momento, un abrazo muy fuerte.

domingo, agosto 20, 2006

Previsiones futbolísticas temporada 2006-07: otro año más en el valle de lágrimas.

Después de casi dos meses sin publicar, una página web seria se lanzaría a comentar los temas que han surgido en este tiempo: la guerra en Líbano, los incendios en Galicia, las oleadas de inmigrantes llegados a Canarias, etc. No obstante, dado que esto (¿para qué nos vamos a engañar?) de serio tiene lo justo, que la cabra tira al monte y que dentro de una semana empieza la liga de fútbol, vamos a hacer un sesudo análisis de lo que nos espera en esta temporada del deporte rey, dejando otros temas secundarios como los antes expuestos para más adelante.

Cualquier observador algo enterado de la evolución del fútbol patrio en los últimos años que no esté cegado por el forofismo e, incluso, alguno de los que sí lo estamos, como el menda lerenda, no tiene más remedio que reconocer que el gran favorito a ganar la Liga este año es el actual campeón. El Barcelona le saca varios años de ventaja a cualquiera de sus rivales, hasta el punto de que casi se puede decir que no tiene casi ninguno. El equipo que hizo el año pasado el doblete de Liga y Champions tiene una plantilla potente, compensada y amplia, donde cada uno conoce su papel y lo acepta sin rechistar, con un estilo de juego definido y atractivo para el espectador, un entrenador afianzado en su puesto y respetado por sus jugadores y lleva dos años y medio, desde que enderezaron el rumbo a mitad de la primera temporada de la presidencia de Laporta, con una moral muy alta. La única sombra que pueden tener, una vez se ha descartado en la pretemporada que acusen sus figuras brasileñas el pésimo mundial que hicieron, es que se les conoce cada vez más y los rivales podrían llegar a "cogerles el truco". Poca cosa. Son los grandes candidatos a ganar el título, con la posibilidad de hacer doblete sin se les da bien en alguno de los títulos del K.O. (Copa y Champions). Salvo sorpresa, la liga la tendrían que perder ellos, más que ganarla algún otro equipo.

Uno o dos escalones más abajo está el mejor equipo del mundo, el Madrid. Con el nombramiento del "Alcalde de Tacañón" como entrenador se ha apostado por un técnico que garantiza la formación de un equipo competitivo y la plantilla se ha reforzado con varios jugadores de corte defensivo (Cannavaro, Emerson, Diarra) y un delantero contrastado como Van Nistelrooy. Sin embargo, a falta de algún fichaje de última hora, el equipo mantiene el gran déficit que le lastró el año pasado: la ausencia de un cerebro que haga funcionar al equipo, agravada ahora con la retirada de Zidane. Solo Guti aporta talento en la zona de creación madridista, plagada, eso sí, de jugadores de contención que robarán balones y correrán una barbaridad en cada encuentro. Los madridistas esperamos que se repita la historia de la otra vez en que Capello se hizo cargo del equipo, cuando se ganó con brillantez la Liga, pero olvidamos que ese año nos encontrábamos con un Barcelona que también estaba en formación y ahora es el campeón de Europa. La triste realidad es que tenemos una plantilla descompensada, con más músculo que talento, que se las va a ver y desear para sacar adelante los partidos, aunque es verdad que probablemente pierda pocos al cabo del año. No obstante, el carácter que suelen tener los equipos del técnico italiano y la previsible solidez defensiva del equipo constituyen al Madrid en la única, aunque poco probable, alternativa a la hegemonía liguera culé.

Como candidato claro a quedar entre los cuatro primeros puestos de la tabla, que dan acceso a la Champions, veo al Valencia. Sin embargo, creo que no va a dar para mucho más, la verdad. Está tan lejos del Madrid como éste del Barcelona y a esa misma distancia se encuentra del gran peloton de clubes de primera división. A pesar de que conservan un buen bloque y no se han reforzado mal (Del Horno, Morientes, posiblemente Joaquín...), tienen demasiados problemas internos para que no les estallen en cuanto vayan mal las cosas, algo que acaba siempre por suceder a lo largo del año. Como ya supondréis, les veo terceros.

Para el resto de puestos europeos, creo que el Sevilla, actual campeón de la UEFA, que mantiene el equipo del año pasado, es un buen candidato a ir a la Champions el año que viene, tras quedarse muy cerca de lograrlo para esta temporada. En lo relativo a los dos puestos de UEFA, saldrán del pelotón formado por el Osasuna (aunque creo que pagará la marcha de su entrenador y jugar en tres competiciones), el Celta, el Atleti (aunque sigue sin arreglar la falta de alguien que lleve el timón del equipo, al igual que su eterno rival capitalino), el Villareal (mentienen un buen equipo) y el Zaragoza (ha fichado muy bien y recupera a Víctor Fernández como técnico). Otros equipos, como el Deportivo (en plena transición) y el Betis (al que parece que se le van a ir dos de sus principales jugadores, aunque es cierto que cuentan con un gran entrenador como Irureta) serían una sorpresa que no creo probable, aunque no es imposible.

En lo relativo al descenso, mis principales candidatos son precisamente los tres clubes recién ascendidos a la categoría y que parecen tener unos equipos algo flojos: Recre, Nastic y Levante (este último ha cometido además la locura de contratar como entrenador al Beato López Caro, de penoso recuerdo para el madridismo). A estos se podría sumar el Mallorca, el Racing y la (s) sorpresa(s) negativa(s) de cada año. No creo que pasen excesivos apuros ni el Getafe (que parece ya consolidado en primera pero le veo lejos de Europa), ni el Español (con Tamudo y De la Peña hay que ser muy torpe para bajar) ni el Athletic (con el cambio de entrenador nada más empezar la pretemporada y lo mal que lo pasaron el año pasado no les veo para grandes cosas pero aún así les sobra plantilla para mantenerse), aunque a la Real Sociedad si le veo con pinta de sufrir.

Como resumen, ahí va mi predicción para la clasificación final de la liga que comienza el próximo fin de semana.

  1. Barcelona.
  2. Real Madrid.
  3. Valencia.
  4. Sevilla.
  5. Villareal
  6. Zaragoza
  7. Celta
  8. Atlético
  9. Osasuna
  10. Deportivo
  11. Betis
  12. Getafe
  13. Athletic
  14. Español
  15. Real Sociedad
  16. Racing
  17. Mallorca
  18. Recreativo
  19. Nástic.
  20. Levante

¡Ahí es ná! Esto es mojarse y lo demás son tonterías. Os animo a que publiquéis las vuestras como comentarios (si, ya lo se, no lo váis a hacer, soy un soñador...) y en cosa de algo menos de un año veremos quien se ha acercado más. Mientras tanto, que Dios reparta suerte... y goles. Un fuerte abrazo.

viernes, agosto 18, 2006

¡Arrepentíos, el fin del mundo está cerca!

Queridos lectores, vuelvo a la carga con un tema que se que os interesa a la mayoría, dado que os (nos) afecta al bolsillo. Como ya sabéis, los tipos de interés, que habían estado, como el Teide, inactivos durante dos o tres años, han iniciado una escalada sin freno aparente a corto plazo que supone una auténtica puñalada en el bajo vientre para la economía del español medio. Se supone que estamos viviendo una época de vacas gordas desde, más o menos, que Aznar empezó a decir que España iba bien (imaginaos el tiempo que hace de eso, que por aquel entonces yo aún tenía pelo) pero, gracias al incremento desbocado del precio de la vivienda y a nuestros hábitos de consumo, hay una importante proporción de españoles que tiene sobre sus espaldas una enorme hipoteca, leal compañera durante la mayor parte de lo que le queda de vida, a la que hay que sumar el préstamo del coche (o de los coches) y las tarjetas de crédito de pago aplazado para pagar las vacaciones, los libros del cole, los imprevistos, etc. Si el año pasado, con el Euribor por debajo del 2,5%, muchos españolitos sudaban la gota gorda para mantener este entramado financiero, ¿qué pasará si, como se prevee, nos comemos el turrón este año con el 4% o el 4,5%?

Indudablemente, si esa situación se mantiene durante un tiempo más o menos prolongado (digamos un año), el cataclismo que supondrá para la tremenda cantidad de economías domésticas que no podrá hacer frente a sus pagos va a ser demoledor y tendrá unas consecuencias difíciles de predecir. Si la cantidad de viviendas que se adjudican los bancos por la ejecución de hipotecas y otros préstamos junto con las que se malvendan por sus dueños para evitar esto último es muy elevada (y seguramente lo será) puede darse ese quimérico suceso pronosticado varias veces durante los últimos años y que no se ha producido nunca (algo así como que el Madrid vuelva a jugar bien, vamos): que estalle la famosa burbuja y bajen los precios de las casas. No es descartable que esto se produzca. Lo de las viviendas, claro, lo otro es aún más difícil.

Por otra parte, la caída en el consumo derivada de los altos tipos de interés desembocará en problemas para muchas empresas (sobre todo entre las más pequeñas), que facturarán menos y tendrán, además, mayores gastos financieros (no solo estamos endeudados los particulares), lo que redundará en un mayor desempleo, más familias en dificultades, menor consumo, más empresas en peor situación, etc. Es decir, la gente no solo tendrá que pagar más por sus préstamos, además tendrá más dificultades para generar ingresos con los que hacerlo.

En principio, la solución para romper este círculo vicioso pasaría por bajar los tipos de interés (Dios aprieta pero no ahoga) para reactivar la economía, pero no está claro que esto se vaya a dar con la premura que sería deseable, toda vez que las decisiones en este ámbito las toma el Banco Central Europeo, que no solo atiende a las necesidades de los entrampadísimos españoles, sino a las de toda la economía europea, que probablemente requiera más tarde que nosotros esta medida. Es decir, el Séptimo de Caballería tardará en venir al rescate y habrá que contener a los indios una buena temporada con los carromatos en círculo, sudando la gota gorda para que no nos corten la cabellera. Esto se puede intentar, aparte de recortando gastos o intentando aumentar los ingresos, renegociando la deuda a un plazo mayor, unificando deudas con una nueva hipoteca o con cualquier otra fórmula que permita reducir los pagos mensuales de las deudas vigentes. No obstante, en todas estas gestiones se incurre también en muchos gastos y no siempre son viables (por ejemplo, la tasación dela vivienda puede no dar para unificar las deudas, el plazo puede ser ya tan largo que no te lo puedan ampliar, etc.).

En fin, mucho me temo que habrá que olvidarse de las cenas a base de bocatas de caviar y los fines de semana en las Barbados ¡qué le vamos a hacer!, ya sabéis que lo importante es tener salud...

Un fuerte abrazo.