domingo, agosto 20, 2006

Previsiones futbolísticas temporada 2006-07: otro año más en el valle de lágrimas.

Después de casi dos meses sin publicar, una página web seria se lanzaría a comentar los temas que han surgido en este tiempo: la guerra en Líbano, los incendios en Galicia, las oleadas de inmigrantes llegados a Canarias, etc. No obstante, dado que esto (¿para qué nos vamos a engañar?) de serio tiene lo justo, que la cabra tira al monte y que dentro de una semana empieza la liga de fútbol, vamos a hacer un sesudo análisis de lo que nos espera en esta temporada del deporte rey, dejando otros temas secundarios como los antes expuestos para más adelante.

Cualquier observador algo enterado de la evolución del fútbol patrio en los últimos años que no esté cegado por el forofismo e, incluso, alguno de los que sí lo estamos, como el menda lerenda, no tiene más remedio que reconocer que el gran favorito a ganar la Liga este año es el actual campeón. El Barcelona le saca varios años de ventaja a cualquiera de sus rivales, hasta el punto de que casi se puede decir que no tiene casi ninguno. El equipo que hizo el año pasado el doblete de Liga y Champions tiene una plantilla potente, compensada y amplia, donde cada uno conoce su papel y lo acepta sin rechistar, con un estilo de juego definido y atractivo para el espectador, un entrenador afianzado en su puesto y respetado por sus jugadores y lleva dos años y medio, desde que enderezaron el rumbo a mitad de la primera temporada de la presidencia de Laporta, con una moral muy alta. La única sombra que pueden tener, una vez se ha descartado en la pretemporada que acusen sus figuras brasileñas el pésimo mundial que hicieron, es que se les conoce cada vez más y los rivales podrían llegar a "cogerles el truco". Poca cosa. Son los grandes candidatos a ganar el título, con la posibilidad de hacer doblete sin se les da bien en alguno de los títulos del K.O. (Copa y Champions). Salvo sorpresa, la liga la tendrían que perder ellos, más que ganarla algún otro equipo.

Uno o dos escalones más abajo está el mejor equipo del mundo, el Madrid. Con el nombramiento del "Alcalde de Tacañón" como entrenador se ha apostado por un técnico que garantiza la formación de un equipo competitivo y la plantilla se ha reforzado con varios jugadores de corte defensivo (Cannavaro, Emerson, Diarra) y un delantero contrastado como Van Nistelrooy. Sin embargo, a falta de algún fichaje de última hora, el equipo mantiene el gran déficit que le lastró el año pasado: la ausencia de un cerebro que haga funcionar al equipo, agravada ahora con la retirada de Zidane. Solo Guti aporta talento en la zona de creación madridista, plagada, eso sí, de jugadores de contención que robarán balones y correrán una barbaridad en cada encuentro. Los madridistas esperamos que se repita la historia de la otra vez en que Capello se hizo cargo del equipo, cuando se ganó con brillantez la Liga, pero olvidamos que ese año nos encontrábamos con un Barcelona que también estaba en formación y ahora es el campeón de Europa. La triste realidad es que tenemos una plantilla descompensada, con más músculo que talento, que se las va a ver y desear para sacar adelante los partidos, aunque es verdad que probablemente pierda pocos al cabo del año. No obstante, el carácter que suelen tener los equipos del técnico italiano y la previsible solidez defensiva del equipo constituyen al Madrid en la única, aunque poco probable, alternativa a la hegemonía liguera culé.

Como candidato claro a quedar entre los cuatro primeros puestos de la tabla, que dan acceso a la Champions, veo al Valencia. Sin embargo, creo que no va a dar para mucho más, la verdad. Está tan lejos del Madrid como éste del Barcelona y a esa misma distancia se encuentra del gran peloton de clubes de primera división. A pesar de que conservan un buen bloque y no se han reforzado mal (Del Horno, Morientes, posiblemente Joaquín...), tienen demasiados problemas internos para que no les estallen en cuanto vayan mal las cosas, algo que acaba siempre por suceder a lo largo del año. Como ya supondréis, les veo terceros.

Para el resto de puestos europeos, creo que el Sevilla, actual campeón de la UEFA, que mantiene el equipo del año pasado, es un buen candidato a ir a la Champions el año que viene, tras quedarse muy cerca de lograrlo para esta temporada. En lo relativo a los dos puestos de UEFA, saldrán del pelotón formado por el Osasuna (aunque creo que pagará la marcha de su entrenador y jugar en tres competiciones), el Celta, el Atleti (aunque sigue sin arreglar la falta de alguien que lleve el timón del equipo, al igual que su eterno rival capitalino), el Villareal (mentienen un buen equipo) y el Zaragoza (ha fichado muy bien y recupera a Víctor Fernández como técnico). Otros equipos, como el Deportivo (en plena transición) y el Betis (al que parece que se le van a ir dos de sus principales jugadores, aunque es cierto que cuentan con un gran entrenador como Irureta) serían una sorpresa que no creo probable, aunque no es imposible.

En lo relativo al descenso, mis principales candidatos son precisamente los tres clubes recién ascendidos a la categoría y que parecen tener unos equipos algo flojos: Recre, Nastic y Levante (este último ha cometido además la locura de contratar como entrenador al Beato López Caro, de penoso recuerdo para el madridismo). A estos se podría sumar el Mallorca, el Racing y la (s) sorpresa(s) negativa(s) de cada año. No creo que pasen excesivos apuros ni el Getafe (que parece ya consolidado en primera pero le veo lejos de Europa), ni el Español (con Tamudo y De la Peña hay que ser muy torpe para bajar) ni el Athletic (con el cambio de entrenador nada más empezar la pretemporada y lo mal que lo pasaron el año pasado no les veo para grandes cosas pero aún así les sobra plantilla para mantenerse), aunque a la Real Sociedad si le veo con pinta de sufrir.

Como resumen, ahí va mi predicción para la clasificación final de la liga que comienza el próximo fin de semana.

  1. Barcelona.
  2. Real Madrid.
  3. Valencia.
  4. Sevilla.
  5. Villareal
  6. Zaragoza
  7. Celta
  8. Atlético
  9. Osasuna
  10. Deportivo
  11. Betis
  12. Getafe
  13. Athletic
  14. Español
  15. Real Sociedad
  16. Racing
  17. Mallorca
  18. Recreativo
  19. Nástic.
  20. Levante

¡Ahí es ná! Esto es mojarse y lo demás son tonterías. Os animo a que publiquéis las vuestras como comentarios (si, ya lo se, no lo váis a hacer, soy un soñador...) y en cosa de algo menos de un año veremos quien se ha acercado más. Mientras tanto, que Dios reparta suerte... y goles. Un fuerte abrazo.

viernes, agosto 18, 2006

¡Arrepentíos, el fin del mundo está cerca!

Queridos lectores, vuelvo a la carga con un tema que se que os interesa a la mayoría, dado que os (nos) afecta al bolsillo. Como ya sabéis, los tipos de interés, que habían estado, como el Teide, inactivos durante dos o tres años, han iniciado una escalada sin freno aparente a corto plazo que supone una auténtica puñalada en el bajo vientre para la economía del español medio. Se supone que estamos viviendo una época de vacas gordas desde, más o menos, que Aznar empezó a decir que España iba bien (imaginaos el tiempo que hace de eso, que por aquel entonces yo aún tenía pelo) pero, gracias al incremento desbocado del precio de la vivienda y a nuestros hábitos de consumo, hay una importante proporción de españoles que tiene sobre sus espaldas una enorme hipoteca, leal compañera durante la mayor parte de lo que le queda de vida, a la que hay que sumar el préstamo del coche (o de los coches) y las tarjetas de crédito de pago aplazado para pagar las vacaciones, los libros del cole, los imprevistos, etc. Si el año pasado, con el Euribor por debajo del 2,5%, muchos españolitos sudaban la gota gorda para mantener este entramado financiero, ¿qué pasará si, como se prevee, nos comemos el turrón este año con el 4% o el 4,5%?

Indudablemente, si esa situación se mantiene durante un tiempo más o menos prolongado (digamos un año), el cataclismo que supondrá para la tremenda cantidad de economías domésticas que no podrá hacer frente a sus pagos va a ser demoledor y tendrá unas consecuencias difíciles de predecir. Si la cantidad de viviendas que se adjudican los bancos por la ejecución de hipotecas y otros préstamos junto con las que se malvendan por sus dueños para evitar esto último es muy elevada (y seguramente lo será) puede darse ese quimérico suceso pronosticado varias veces durante los últimos años y que no se ha producido nunca (algo así como que el Madrid vuelva a jugar bien, vamos): que estalle la famosa burbuja y bajen los precios de las casas. No es descartable que esto se produzca. Lo de las viviendas, claro, lo otro es aún más difícil.

Por otra parte, la caída en el consumo derivada de los altos tipos de interés desembocará en problemas para muchas empresas (sobre todo entre las más pequeñas), que facturarán menos y tendrán, además, mayores gastos financieros (no solo estamos endeudados los particulares), lo que redundará en un mayor desempleo, más familias en dificultades, menor consumo, más empresas en peor situación, etc. Es decir, la gente no solo tendrá que pagar más por sus préstamos, además tendrá más dificultades para generar ingresos con los que hacerlo.

En principio, la solución para romper este círculo vicioso pasaría por bajar los tipos de interés (Dios aprieta pero no ahoga) para reactivar la economía, pero no está claro que esto se vaya a dar con la premura que sería deseable, toda vez que las decisiones en este ámbito las toma el Banco Central Europeo, que no solo atiende a las necesidades de los entrampadísimos españoles, sino a las de toda la economía europea, que probablemente requiera más tarde que nosotros esta medida. Es decir, el Séptimo de Caballería tardará en venir al rescate y habrá que contener a los indios una buena temporada con los carromatos en círculo, sudando la gota gorda para que no nos corten la cabellera. Esto se puede intentar, aparte de recortando gastos o intentando aumentar los ingresos, renegociando la deuda a un plazo mayor, unificando deudas con una nueva hipoteca o con cualquier otra fórmula que permita reducir los pagos mensuales de las deudas vigentes. No obstante, en todas estas gestiones se incurre también en muchos gastos y no siempre son viables (por ejemplo, la tasación dela vivienda puede no dar para unificar las deudas, el plazo puede ser ya tan largo que no te lo puedan ampliar, etc.).

En fin, mucho me temo que habrá que olvidarse de las cenas a base de bocatas de caviar y los fines de semana en las Barbados ¡qué le vamos a hacer!, ya sabéis que lo importante es tener salud...

Un fuerte abrazo.